domingo, 7 de diciembre de 2014
"Más Estado" en idioma kirchnerista.
Hace días que venimos escuchando por el oficialismo que el impuesto a las ganancias, como cualquier impuesto en sí, es filosoficamente e ideologicamente justificado (Capitanich), más aún, que los impuestos no se utilizan para beneficio de funcionarios sino para bien público (Kicilloff). Cristina cedió desgrabar el medio aguinaldo de ganancias ante un eventual paro de las centrales sindicales desoyendo a sus gurúes marxistas con el solo motivo de desarticular la movida burocrática gremial que tan bien ha sabido mantener en cauce durante estos años. La mirada corta del sindicalismo empresario a quedado al descubierto y ya no se escuchan medidas por bonos, reapertura de paritarias, jubilaciones,etc. El golpe ha sido certero.
Otra discusión que ha sabido aprovechar el kirchnerismo en estos días fue el de el rol del Estado en la economía. Debido a declaraciones de Luis Benatza del Grupo Techint en la Conferencia de la UIA, Débora Giorgi se manifestó "profundamente en desacuerdo" con aquellos sectores que reclaman "más mercado y menos estado". Acá el problema es simple, cuando hablamos de "más Estado" como una herramienta progresista, justa, hacedora de justicia social nadie se pregunta que tipo de Estado es el que interviene más allá del relato. Hoy la burguesía a cambiado de frente y los ex-aliados del kirchnerismo se convierten en críticos del modelo, el modelo que ha hecho posible que se la lleven en pala. Un ejemplo son los Ezkenazi que entraron a YPF de la mano de Néstor Kirchner practicamente gratis y hoy son denunciados por cuentas en Suiza.
Una muestra más del tipo de Estado interventor que defiende el progresismo: El gobierno, como bien dijimos, ha desbaratado el reclamo de ganancias y negado el bono de fin de año, según Capitanich “Si uno toma el índice de precios, hay una recuperación del poder adquisitivo del salario y no un deterioro”. Sin embargo, este tipo de "Estado" intervencionista, le ha entregado a los acreedores un BODEN 2015 digno de fin de año para pasar las fiestas.
El BODEN 2015 es un bono de deuda con un interés del 7% anual (uno de los intereses más altos de la región) que vence en octubre del 2015 y el gobierno a decidido pagarlo antes de fin de año, pero con un caramelo atado que es tan jugoso que ningún acreedor tendrá ganas de cobrar los dólares este año. La cosa es así, en vez de cobrar tus dólares del BODEN 15, Kicilloff te dá la posibilidad de canjearlos por el BONAR 2024 a un interés del 8.75% anual. Es decir, patear la pelota para adelante para evitar la salida de dólares sumado a una nueva emisión de deuda por 3 mil millones en el mercado. Luchar por la derogación del impuesto al salario, bonos para combatir la inflación y aumento de jubilaciones estaría "ideológicamente" en las antípodas de un modelo pagador serial y comprometido con el capital especulativo como este.
La conclusión es evidente. Cuando hablamos de "más Estado" tenemos que tener en claro que tipo de Estado es el que interviene y a que intereses representa.
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