Todos tenemos miedo ¿Quién podría decir que es valiente
porque nunca lo tuvo? Sin embargo, la valentía consiste en controlar el miedo
para poder avanzar. Esa tarde del 20 de octubre del 2010 una manada de
delincuentes de la Unión Ferroviaria fue decidida a impedir que los
tercerizados del Roca cortaran las vías en reclamo del pase a planta
permanente. Todo estaba preparado: las patotas, los movimientos, la zona
liberada que ofrecía la policía, es decir, solo faltaba el momento, la orden.
Los compañeros ante tamaña provocación resuelven no
confrontar y desechar el corte para realizar una nueva asamblea que marque el
rumbo a seguir. Ese fue el instante, la orden y el momento se desató, el miedo como escarmiento en manos de hordas de asesinos que a los
tiros y al grito de ”Viva Peròn!” abrieron fuego contra la humanidad de la
columna. Corridas, gritos, la orgía de sangre estaba dispuesta con la impunidad
que les había sido asignada.
Mariano Ferreyra cayó por las balas de la corrupción. Esas
balas que casi costaron la vida de Elsa
Rodriguez, una luchadora incansable que todavía da pelea. Esas balas bendecidas
por la asociación delictiva del gobierno nacional, la burocracia sindical y los
empresarios amigos, la llamada “burguesía nacional” que Néstor Kirchner vino a
reconstruir. Esas balas que “rozaron el corazón de Néstor” fue un resultado “fortuito” de un “enfrentamiento” sindical, según palabras
de Aníbal Fernández y que produjeron las posteriores llamadas de Noemì Rial y Carlos Tomada a
Pedraza. Le daban tranquilidad al burócrata desde los sillones del ministerio.
El miedo, ese miedo que intentaron cimentar en la conciencia
de los trabajadores como ejemplificador se convirtió en acción. Movilizaciones,
charlas, festivales, asambleas en los lugares de trabajo y el tremendo repudio
de la sociedad en general provocaron que en febrero de 2011 detuvieron a los
responsables materiales del hecho. El miedo que pretendían consolidar y el
silencio que le dictaron a Mariano dotó de voz a miles de trabajadores que
siguen su ejemplo de lucha contra la precarización laboral la tercerización y
el trabajo en negro. Como nosotros, los trabajadores de logística de Farmacity,
que enfrentamos la tercerización con la que avanzaba la empresa y nuestro propio gremio camionero.
Nuestra estrella fue Mariano, fue una de nuestras banderas; “No a la Tercerización”
se imponía el trapo con su querida imagen pintada con nuestras propias manos. Será
por eso que esta fecha es muy especial para nosotros que vemos su cara en todos
los jóvenes que se organizan junto a los trabajadores, en todos ellos está
Mariano, en todos ellos están nuestros compañeros.
Mariano Ferreyra vive en los trabajadores que luchan, vive
en los jóvenes que no se resignan, vive en nuestros corazones y nadie podrá hacer
algo al respecto. El miedo no lo venció, el miedo no pudo detener la historia
porque el miedo lo multiplicó. Elsa Rodriguez está con nosotros firme como
aquel fatídico día de octubre porque el miedo tampoco pudo detenerla y esa es
nuestra victoria.
El miedo está reclamando cárcel domiciliaria, su estructura burocrática
sindical sigue de la mano del oficialismo pero el momento político no es propicio
para semejante atrocidad jurídica. Pero vamos a estar ahí, hagan lo que hagan,
digan lo que digan, no descansaremos hasta ver a estos asesinos pudrirse tras
las rejas. Es lo menos que podemos hacer por nuestro compañero, es lo menos que
podemos hacer por nuestros hijos.
Mariano Ferreyra viva tu lucha obrera y socialista! Mariano
Ferreyra ahora y siempre!
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