martes, 17 de noviembre de 2015

“Se abren interrogantes sobre los verdaderos objetivos de esta barbarie”


Por 
Entrevista con Juan Carlos Capurro, vicepresidente de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), desde París.
“El ánimo de la calle después de los atentados y de la declaración del estado de excepción nos da la clave de la situación: a pesar de que en la práctica esa declaración es un estado de sitio, la gente no se retira de la calle; por el contrario, aunque ningún gran medio de prensa lo publicó, hubo una enorme manifestación convocada por la Liga Francesa de Derechos Humanos, adherida a la Federación Internacional, que llenó la Plaza de la República. Un grupo fascista que quiso intervenir con un cartel que pedía la expulsión de los islamistas, fue echado por los manifestantes”.
Juan Carlos Capurro, abogado argentino, vicepresidente de la Federación Internacional de Derechos Humanos, está en París desde horas antes de los atentados del viernes 13, precisamente por una reunión de la FIDH. Desde la capital francesa habla con El Otro.
“El estado de sitio –prosigue- tenía el propósito de hacer que la gente se quedara en su casa en momentos de gran conflictividad. Sin embargo, la población ha ocupado las calles. Grandes sectores se movilizan en rechazo a la islamofobia que se quiere instaurar a modo de amalgama social reaccionaria. Los bares están llenos y se pusieron mesas en la calle. Con eso la gente está diciendo ‘no permitiremos que el miedo nos acorrale’. Así debutó el estado de sitio del presidente Hollande”.
-Hollande pide extender por tres meses el estado de excepción.
-Así es. Se trata de una medida gravísima. En estos días están en conflicto los trabajadores de Air France y hay movilizaciones por eso. También están previstas manifestaciones por la Cumbre Climática, a la que vienen varios presidentes. Ahora las manifestaciones quedan prohibidas, mientras el gobierno procura imponer una unidad ficticia, que tape las luchas y las grandes diferencias políticas. Fueron suspendidos hasta los espectáculos públicos. Aun así, como te decía, se hizo una gran manifestación y la gente está en la calle y discute el problema en la vía pública, en vez de quedarse en casa. Es toda una respuesta a la barbarie por parte de la juventud y de sectores populares.
-¿Tuvieron un blanco específico los ataques del 13?
-Claro que sí. Fue un ataque fascista que tuvo por blanco a sectores de la juventud progresista y a la izquierda política. Atacaron barrios donde se concentran jóvenes de izquierda, promotores de la tolerancia y la apertura contra cualquier xenofobia. Ahí, en los barrios X y XI, hay cafés y restaurantes que son centros de reunión de esas franjas juveniles y políticas. A 200 metros del teatro Bataclán está Charlie Hebdo. No quisieron atacar a turistas ni a centros de poder, sino a gente que muy mayoritariamente se opone, por ejemplo, a que Francia bombardee Oriente Medio. Todo eso abre interrogantes muy serios sobre los verdaderos objetivos de esta barbarie. Por otra parte, un ataque así excede largamente la capacidad de un grupo marginal, esto tiene una planificación y una logística compleja, además de una financiación importante.
-Vos sos, además, productor de la película “La ballena va llena”, sobre el problema de la inmigración en Europa, y en estos días se estrena en París…
-Así es. Ahora esa película tendrá su estreno parisino en este contexto tan especial; es decir, en el contexto del cual la película misma forma parte.

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